El vino tinto contiene poderosos antioxidantes y una copa al día tiene muchos beneficios para la salud. Es una de las bebidas alcohólicas más conocidas mundialmente y muy utilizada en la gastronomía.
Varios estudios han comprobado que aquellas personas que consumen vino en dosis moderadas tienen un 30% menos de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco.
Incrementa los niveles de colesterol HDL (bueno) y disminuye el colesterol LDL (malo). También mejora la salud intestinal, porque los polifenoles del vino tinto y las uvas pueden mejorar la microbiota intestinal.
Incluso, se ha detectado que las personas que beben una copa a diario tienen menor cantidad de proteína fibrinógena, lo que promueve la formación de coágulos de sangre.
Los expertos explican que antes de comprarlo debes mirar la etiqueta. Es importante leerlas porque en las etiquetas puedes encontrar datos referidos a la bodega, la graduación alcohólica, la variedad de uva, el origen del vino, etc.
“El diseño no es sólo una herramienta de marketing, en otros productos se trabaja de una forma más comercial, pero una etiqueta de vino se parece más a una portada de un disco o de un libro, es la presentación de una obra de otra persona”, explica el diseñador gráfico Joan Josep Bertran, el 90% de su actividad se centra en etiquetas de botellas.
“El vino y la identidad de quien lo elabora hablan a través de la etiqueta, y habla con alguien”, afirma el diseñador. Y añade: «Cuando alguien comienza un proyecto nuevo, la definición y la comunicación de la identidad del producto son básicas, tiene que haber un discurso que exprese lo que eres, y donde mejor se comunica en un vino es en la etiqueta, y por eso es tan importante invertir en ella como en comprar las barricas”.
Un informe sobre el perfil del comprador de vino dirigido por Jaume Gené y Christophe Maquet, profesores de la Universitat Rovira i Virgili (URV), establece que la presentación de la botella es el aspecto más valorado por los consumidores, ya que la etiqueta se valora en un 7,3 sobre 10; por delante de otras variables como la denominación de origen o la marca.
Un dato muy curioso es que el precio de una etiqueta puede oscilar entre los 2.000 y los más de 20.000 euros. A continuación, te explicamos la información obligatoria que ofrece la etiqueta:
–Nombre: Es la denominación comercial del vino.
–Denominación de origen: En la etiqueta de algunos vinos europeos aparece la región de la que proceden los vinos. En España es obligatorio informar en la etiqueta si el vino forma parte de una Denominación de Origen (DO) o de una Indicación Geográfica Protegida (IGP).
–Graduación alcohólica: Los profesionales de Bodegas Federico explican que en la etiqueta también aparece el porcentaje de alcohol. Es muy importante este dato porque nos va a dar pistas sobre su cuerpo, ligereza o contenido en taninos. Si no quieres un vino con mucho porcentaje de alcohol, escoge uno que no supere el 13%.
–Productor: Debe aparecer el nombre del productor del vino o en el caso que haya embotellado en un lugar diferente, también hay que indicarlo.
–Lugar de origen: Es obligatorio indicar el país de origen.
–Contenido en sulfitos: Los vinos contienen sulfitos para garantizar su conservación de posibles alteraciones biológicas.
–Capacidad de la botella: Las botellas normalmente son de 75cl, pero también puedes comprarlas de 37,5 cl o de 1,5 litros.
–Número de botella: El Consejo Regulador de la DO correspondiente emite las etiquetas en función del número de botellas permitidas para cada bodega.
También puede aparecer en la etiqueta o en la contraetiqueta información añadida, es decir, cuál es su añada o a qué temperatura debemos servirlo. ¡Sigue leyendo!
Añada: Este dato nos habla del año en que se cosechó la uva con la que está elaborado. Si estamos en España, aparecerá si es crianza, reserva, gran reserva, etc. «Si el vino no es de crianza, puede figurar la frase “garantía de origen” para señalar su procedencia, dejando con ello constancia de que no ha sido sometido a proceso de envejecimiento en barricas», informa la revista digital Vinetur.
–Descripción de la elaboración: En ese apartado puede informar determinados aspectos en la elaboración del vino, como la antigüedad del viñedo o de la maceración carbónica.
–Datos de la cata: Algunas bodegas incluyen unas notas de cata en las que explican cómo es el vino tanto en nariz como en boca.
–Propuesta de maridaje: En la etiqueta puede aparecer recomendaciones de maridaje, es decir, aquellos alimentos con los que mejor armonice el vino.
¡A partir de ahora cuando compres una botella de vino lee todos los datos de la etiqueta!