Estamos tan orgullosos de quienes somos, que hemos olvidados quienes fuimos. Esta es una frase que escuché a la mítica Herminia de la serie Cuéntame Cómo Pasó. Y la verdad es que durante unos minutos me quedé pensando en ella y comprobé que tenía mucho de razón.
Ahora somos personas libres, que pensamos cómo queremos, que tenemos de todo y hacemos lo que nos da la gana. Pero nos olvidamos de que para llegar a esto, hubo que hacer mucho. Y cuando lo pienso, me viene a la cabeza la figura de mi abuela. Mi abuela Patricia. Una abuela de las que ya no quedan. Una de esas mujeres de campo, eternamente enlutada, sin estudios, pero sabia, severa pero afectuosa. Ella no hablaba, sentenciaba. Y aún muchos de sus consejos los tengo presentes en mi cabeza.
Una mujer fiel a sus raíces y a unas tradiciones que aunque algunos pueden denominar ahora de los de ‘fachas’, yo creo que son de los denominados valores. De esos que ahora ya casi no quedan en la sociedad actual. Por eso, todos mis respetos a las abuelas de pueblo que han sabido trasmitir toda su sabiduría. Ante esto, yo siempre he querido mantener mis raíces, y estas están en la provincia de Valladolid, en un pueblo pequeño llamado Matapozuelos.
De esos pueblos donde las pedradas eran casi un ritual antes de entrar al colegio, ahora casi no quedan de estas cosas, ni piedras. Pero cuando yo era niño, vivía dedicado a las peleas y las chapas, que era a lo que jugaba en las calles del pueblo cuando iba en verano a ver a mis abuelos.
Donde se para el reloj
Matapozuelos es ese pueblo donde se para el reloj, pero para bien. Donde te olvidas de la tiranía de los horarios y del trabajo. Donde puedes salir un sábado a dar una vuelta por el campo pero de repente ver que son las 8 de la noche y que no has regresado a casa. La cosa se lío con un vermut, luego con unas copas donde un viejo amigo y así…hasta la noche.
Yo os lo recomiendo encarecidamente si lo que queréis es pasar un fin de semana rural. Además, en este pueblo hay muchas casas rurales donde hospedarse, pero lo mejor es que es considerada una villa gastronómica por lo que los restaurantes no te van a faltar. En especial uno donde sirven unos pinchos de lechazo que son tremendos.
En mi caso, he querido apostar por estas raíces. Cuando murió mi abuela tenía claro que esa casa no se iba a dejar perder. Mis hermanos, cada uno repartido por el mundo y sin tango apego como yo, me dijeron que lo dejaban en mis manos, pero que ellos no querían tener gastos. Mal visto, una casa en el pueblo para mí no es un gasto, sino una inversión.
Así fue como haciendo un esfuerzo económico acepté la oferta de mis hermanos y me quedé con la cosa de abuela. Es cierto que hubo que llamar a la empresa Geneop para que hicieran la casa más habitable porque necesitaba un lavado de cara. Por ejemplo, hubo que hacer la limpieza y la restauración de la fachada, y eliminar humedades de filtraciones, pero la verdad es que mereció la pena.
Qué ver
Pero al final, toda la inversión ha merecido la pena. Sobre todo cuando años después he sido padre y ha llegado al mundo mi hija. Tengo que reconocer que me emociono cuando veo a mi hija Paula en el corral, en la famosa piedra donde se ponía mi abuela a jugar conmigo. Ahora soy yo, el que juega con ella.
Es un maremágnum de experiencias y de recuerdos. En un tiempo en el que manda lo tecnológico, donde estamos arrollados por las nuevas tecnologías, ver como mi hija de tres años se divierte jugando con el balón o con las chapas en el corral, es para emocionarse.
Así pues, de verdad que os recomiendo un fin de semana en Matapozuelos. Lo vais a pasar muy bien. Os recomiendo que visitéis la torre de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, más conocida como “la Giralda de Castilla” por su enorme parecido con la de la Catedral de Sevilla.
Es de estilo gótico tardío, aunque es cierto que tiene otros elementos renacentistas debido a las sucesivas reformas que ha sufrido. Podeís subir con la familia a su torre y disfrutar de las preciosas vistas que desde allí se tienen de todo el pueblo.
También podemos aprovechar la visita a Matapozuelos para realizar alguna ruta de senderismo, recorriendo la comarca de Tierra de Pinares. Existe un sendero que parte del ayuntamiento de la localidad y que pasa por varios lugares de interés, como el Camino de Sieteigleisas. Os va a encantar.