La formación académica es esencial para obtener un buen puesto de trabajo. Dentro de la amplia oferta formativa que ofrecen los estudios reglados, los estudiantes se decantan generalmente por los estudios que más salida laboral ofrecen. En numerosas ocasiones, esa formación a la que se pretende acceder, ni siquiera es vocacional.
El espectro formativo actual, retoma la formación profesional como estudios reglados. Esta formación, caracterizada por estar desarrollada incluyendo una parte eminentemente práctica que dota al alumno de las competencias necesarias para incorporarse al mercado laboral, ofrece sin duda un amplio abanico de ramas. Cada vez son más las titulaciones que se pueden adquirir cursando este tipo de estudios.
De otro lado, tenemos la formación universitaria. Estos son los estudios superiores, en los que el alumno, adquiere todos los conocimientos necesarios en torno a una serie de materias que deben estar relacionadas con la carrera que se va a estudiar. Actualmente, los grados que puedes estudiar en las distintas universidades son por igual, muy variados.
Es sabido que poseer estudios superiores avalados por una universidad, está muy valorado en la sociedad, tanto a nivel personal como laboral. Aunque lo más habitual es pasar a la universidad después de acabar tus estudios medios, en muchas ocasiones, los aspirantes a la universidad tienen que posponer su acceso por un tiempo. O simplemente, no han podido acceder a esos estudios en su momento por determinadas y diferentes causas.
Independientemente de la edad que uno tenga, nunca es tarde para aprender. Acceder a la universidad es posible en cualquier momento de la vida. Los compañeros de Centro Universitario San Bernardo, nos han informado de cómo se puede acceder a la universidad en la actualidad.
Este acceso, siempre ha de hacerse a través de una prueba que acredite que los aspirantes, poseen los conocimientos necesarios para iniciar una carrera o grado universitario.
Acceso a través de los estudios
A medida que vas pasando etapas formativas, el nivel de los estudios aumenta. Aquello que tienen la pretensión de continuar formándose en la universidad, acceden a ella a través del Bachillerato. Para ello, deben haber aprobado todas las asignaturas y presentarse a una prueba selectiva conocida como EVAU (antigua selectividad).
Son dos las convocatorias que se celebran anualmente y son exclusivamente para acceder a la universidad. Esta prueba de acceso cuenta con dos fases: una obligatoria y otra, voluntaria. En la primera, el aspirante ha de superar una prueba sobre las materias que dan acceso al grado. Dichas materias son comunes a todos los aspirantes, salvo una de ellas que va en función de los estudios de bachillerato (la rama) que haya cursado.
La fase voluntaria consta de un examen compuesto por materias troncales optativas. Es decir, no es necesario haberlas curado en bachillerato, pero puedes examinarte de ellas a razón del grado que se vaya a cursar.
Superada la fase obligatoria, se hará una media ponderada con la nota obtenida en la fase voluntaria. Esto dará como resultado, la nota de acceso del aspirante y determinará el grado al que pueda acceder.
Para acceder a la universidad a través de la Formación Profesional de Grado Superior, pueden acceder al grado universitario sin necesidad de hacer una prueba selectiva. La nota media de su expediente, es suficiente para obtener el acceso. No obstante, pueden realizar la fase voluntaria de la EVAU para subir su nota media, si la que poseen no es suficiente para ingresar en la carrera.
Los aspirantes a un grado que ya posean titulación oficial y universitaria, como grado, ingeniería, master etc., pueden solicitar el ingreso en el primer curso del grado sin previa prueba de acceso.
Acceso sin estudios previos o para extranjeros
Como comentábamos al principio, muchas personas, por circunstancias particulares de cada uno, no han podido acceder a la universidad. No por ello, están en desventaja, pues las universidades, cuentan con pruebas de acceso específicas para dar acceso a todas las personas que, llegado un momento de su vida, pueden darse la oportunidad de seguir estudiando.
Los mayores de veinticinco años que no cuenten con estudios previos o a los que les falte algún curso por terminar, pueden preparar el conocido acceso a la universidad para mayores de 25 años.
Esta prueba, consta al igual que la EVAU, de dos fases, una general y otra específica. La fase general consta de un examen de cada una de las siguientes materias: comentario de texto, lengua castellana y lengua extranjera. La fase específica, constará de dos materias a elección del aspirante. Estas materias tienen que formar parte de una de las cinco ramas de conocimiento en las que se dividen los diferentes grados.
La prueba puede repetirse si el aspirante así lo considera, para obtener mayor nota. Esta nota tiene una validez indefinida para poder ingresar en la universidad y capacita al alumno para recibir esa formación.
Aquellos interesados en cursar estudios universitarios una vez pasados los cuarenta, pueden hacerlo acreditando su experiencia laboral o profesional. Las universidades ofertan unos cursos específicos para estos candidatos.
En el caso de las personas mayores de cuarenta y cinco años, la prueba de acceso se concentra en un examen de dos materias: comentario de texto y lengua castellana; y una posterior entrevista personal.
Los estudiantes que provengan de otros sistemas educativos fuera del territorio nacional, contarán con diferentes formas de acceso a los estudios universitarios según su procedencia. Los diferentes convenios pactados entre los gobiernos de cada país, determinará el método de acceso.
Si los aspirantes ya cuentan con estudios reglados, la forma de acceder constara con un tipo de prueba o sistema selectivo. Aquellos que no cuentan con estudios, deberán acreditar el nivel académico con el que cuentan a través de la realización de una prueba de competencias.
Como hemos podido comprobar, nunca es tarde para aprender. Las universidades siempre ofrecen la posibilidad de acceder a los estudios que ofertan. Por tanto, si no has tenido ocasión, o sientes ahora esa inquietud por ampliar tu formación académica, ya sabes que puedes acceder a la universidad.
Las pruebas selectivas no son excesivamente complicadas, basta con estudiar de forma constante y prepararse las materias correspondientes. Existen cursos para prepararte, ofertados por entidades públicas o privadas que pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos.
Todo lo reseñado en este artículo, se refiere a las universidades públicas. En cuanto a la universidad privada, cuenta con su propia formación para el acceso y sus propias normas. En la mayoría de los casos, son similares, solo adaptadas a su propia normativa académica.