Los cuatro alimentos que no pueden faltar en la alimentación de un niño

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La alimentación para los niños ha cambiado mucho. Hemos pasado de comer de todo a controlarlo todo. Seguro que has escuchado la frase de “pues yo comía de todo y no tenía problemas de alergias”. Vale, es un comentario muy de cuñado, pero también es cierto que es verdad. Lo que pasa es que los tiempos han cambiado y la alimentación ha empeorad. Todos los expertos te dicen la misma razón de por qué ahora hay tantas intolerancias alimentarias.

Las intolerancias alimentarias pasan muchas veces inadvertidas porque sus síntomas son muy similares a los de una simple indigestión, y por eso son difíciles de diagnosticar. Sin embargo, tal y como aclara el doctor Ángel, «las personas que realmente tienen intolerancias alimentarias, sean debidas a deficiencias enzimáticas o a alguna otra alteración, suelen presentar síntomas digestivos incluso con cantidades pequeñas de los alimentos a los cuales son intolerantes».

Y ojo porque la intolerancia puede provocar malas digestiones, gases, molestias musculares, estados de nerviosismo e inquietud, insomnio, pérdida de fuerza, astenia… No existen pruebas analíticas fiables, excepto para la intolerancia al gluten.

Ahora vamos con los alimentos que no pueden faltar en la alimentación de un niño

Pan

El pan es la esencia de los alimentos. Siempre salen corrientes a decir que engorda, que no es bueno, pero lo que está claro es que la alimentación de un niño tiene que tener pan. Eso sí, no nos vale cualquiera. Hay que apostar por el pan de calidad. De esos que se hacen con ingredientes Sostenibles, con una elaboración sin conservantes, sin grasas parcialmente hidrogenadas y reducido en sal, como nos aconsejan desde El Moli Pan y Café. No dudes de que el pan ocupa un lugar importante en nuestra dieta. Por ello, te recomendamos las exquisitas especialidades de la máxima calidad para consumir a cualquier hora del día. Pan siempre apetecible y recién hecho para nuestros hijos. Sin duda, la mejor forma de alimentarlos.

Leche

Si el pan es importante, lo mismo ocurre con la leche. Es el alimento que todos los mamíferos toman durante la primera etapa de sus vidas. La leche de cada especie es diferente, pues se adapta a las necesidades de sus crías; luego, los cachorros crecen y ya pueden comer otras cosas y dejan de mamar. Como dato, si los lácteos predominan en el menú, sacian al niño y le quitan el apetito para comer otros alimentos que también necesita. La leche es una excelente fuente de vitaminas y nutrientes que ayudan al crecimiento y desarrollo de los niños. Así, un vaso de leche (200 ml) aporta: un 30% de la dosis diaria de Calcio recomendado, nutriente que ayuda a formar y mantener huesos y dientes fuertes.

Fruta

Pues la verdad es que son muchos los beneficios que tienen las frutas en las dietas de los niños. Es cierto que los primeros años les puede costar más consumir piezas de frutas, por eso hay que írselas metiendo poco a poco en su dieta. Naranja, platanos, melón, sandías, manzana…todas nos valen. El consumo de frutas facilita procesos digestivos, aporta elasticidad a la piel y refuerza el sistema inmunológico. Y es que sus nutrientes son de fácil absorción, y se puede consumir a cualquier hora del día aportando al cuerpo los minerales, vitaminas, agua y fibra necesarios. Está claro que los beneficios de la fruta son abundantes, pero no siempre es tarea fácil conseguir que los niños la coman, y la mayoría de ellos, están consumiendo únicamente la mitad de lo aconsejable.

Lentejas

Legumbres hay muchas, pero con la que nos quedamos es con las lentejas. Ya sabes eso de que “si quieres las comes y si no, las dejas”. Pues en este caso, nosotros recomendamos que se coman siempre. Son muy ricas en minerales como el hierro y el calcio por lo que son especialmente interesantes para la dieta infantil. Además, son recomendadas como preventivo de enfermedades cardiovasculares y por favorecer la movilidad intestinal. Así que lo mejor es que se incluyan desde el principio en la dieta de los más pequeños. Para hacerlas más vistosas se pueden hacer en diferentes platos. Por ejemplo, albóndigas de lentejas, ensalada de lentejas con calabaza y queso de cabra o incluso en el mercado existen lentejas amarillas que pueden ser más divertidas para comer.

Estos son los cuatro alimentos que creemos que no pueden faltar en nuestra alimentación. Pan, leche, frutas y legumbres, en este caso apostamos por las lentejas. Ya verás como la alimentación de los más pequeños es más completa.

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